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Beneficios de la tecnificación del riego en la agricultura

El agua es el elemento más restrictivo para hacer agricultura, si no hay agua entonces no importa que todos los demás elementos estén presentes: podemos producir sin suelo, gracias a la hidroponía; podemos producir en poco espacio, con la agricultura vertical; podemos producir sin luz solar, gracias a los sistemas de iluminación led; podemos producir sin mano de obra, con la maquinaria adecuada y próximamente con robots y drones; pero sin agua poco se puede hacer.

Sin embargo, así como el agua es el recurso esencial para la producción agrícola, también es el que se utiliza más ineficientemente, con pérdidas enormes desde la extracción hasta el riego, pasando por el almacenamiento y la distribución. Semejante ineficiencia solo hace que se pierda mucha agua que debería ayudar a aumentar los rendimientos agrícolas.

De hecho, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (1) indica que el promedio de las eficiencias en los sistemas de riego varía entre el 20% y el 85%. Por su parte, Wallace y Gregory determinaron en el año 2002 que el promedio global de la eficiencia en el riego se estima alrededor del 35%, una cifra que ya por sí sola indica un enorme punto de mejora para la producción agrícola.

Perder agua en la agricultura es malo para todos, aunque claro, los productores son los primeros en la lista y dado que pagan por el agua, desperdiciarla aumenta sus costos de producción. Pero al final de cuentas, el desperdicio de agua nos afecta a todos, porque esa agua pudo haber sido utilizada en los sectores industrial o doméstico, y no hay que olvidar que tuvo un costo de extracción, el cual por cierto es considerable.

Todo esto hace que cualquier tecnificación en el tema de riego sea sumamente rentable, ya que utilizar de manera responsable un recurso tan valioso como lo es el agua genera un buen retorno sobre la inversión, el cual se puede apreciar a corto plazo en el ahorro económico, pero a largo plazo, al cuidar los recursos disponibles también estamos permitiendo que las siguientes generaciones tengan la oportunidad de hacer agricultura.

¿Qué implica la tecnificación del riego?

El concepto de huella hídrica cero no es aplicable a la agricultura porque cuando las plantas transpiran pierden agua hacia la atmósfera, agua que es imposible de retener. Sin embargo, si se puede usar responsablemente el recurso agua, para lo cual hace falta riego tecnificado.

Cuando hablamos de tecnificación de riego podemos pensar en sistemas de control automatizado que nos permiten conocer en todo momento cuánta agua estamos aplicando en una determinada superficie, y aunque esto es correcto, hay que entender que la tecnificación de riego comprende cualquier tecnología que se implemente con la finalidad de mejorar el uso del agua en la agricultura. Es decir, podemos hablar de tecnologías a distintos niveles, siempre y cuando la tecnología implementada implique una solución a algún problema específico relacionado con el riego agrícola.

Esto quiere decir que en zonas donde se riega por inundación, incluso el uso de compuertas y canales puede representar un gran ahorro de agua, mientras que donde se utiliza la tecnología de riego más avanzada, un nuevo sensor puede ser lo que represente una gran diferencia. Entonces, tecnificar el riego es un camino de varias etapas, y aunque se pueden brincar varias, lo más común es que ocurra una evolución progresiva.

El objetivo de aumentar la tecnificación del riego es conocer cuándo, cuánto y cómo regar, y el parámetro de medición es la eficiencia productiva del riego, un concepto que nos indica la cantidad de productos agrícolas obtenidos por cada metro cúbico de agua aplicado.

Por ejemplo, el riego rodado necesita mucha menor inversión económica que el riego por goteo, pero requiere de más agua y se obtiene un menor rendimiento, mientras que con el riego por goteo se aplica mucha menos agua a cada planta, obteniendo mayores cosechas, debido a que la eficiencia del riego es mucho mayor, llegando a alcanzar hasta el 95%, mientras que el riego rodado se queda en el 30% de eficiencia.

¿Por qué es necesario tecnificar el riego?

Es importante mencionar que cuando hablamos de tecnificación de riego estamos hablando de realizar una inversión económica, pues aplicar tecnología al riego agrícola tiene un costo y la razón por la cual se hace dicha inversión es porque implica un retorno económico para el agricultor, siempre y cuando la implementación se realice de manera adecuada. Una vez dicho esto, analicemos los principales beneficios del riego tecnificado.

1) Disminución en el consumo del agua de riego

La agricultura en el mundo consume el 71% del agua dulce que se extrae anualmente. En México la cifra es ligeramente superior, pues el 76% del agua disponible se ocupa en la agricultura, mientras que el sector doméstico se queda con el 16% y el sector industrial con el 8%, según datos del Banco Mundial (2).

El hecho de que la agricultura requiera tanta agua y que esta se utilice tan ineficientemente es un problema enorme. En este sentido, sistemas de riego de precisión permiten utilizar de manera eficiente este recurso, alcanzando el 95% de eficiencia con el riego por goteo, mientras que el riego por surcos tiene una eficiencia del 60% y el riego por aspersión del 75%.

Hay que considerar que el agua es un recurso que la mayoría de los agricultores paga, por lo que si no se utiliza de manera eficiente puede darse un encarecimiento de la producción, aunque al menos en México los precios del agua para el riego agrícola son muy bajos en la mayoría de las regiones productoras, lo que ayuda a explicar el enorme desperdicio que se da sobre este recurso.

La cuestión es que en diversas zonas agrícolas el agua está siendo cada vez más escasa, una consecuencia del cambio climático, de temporadas erráticas de lluvias, de sequias demasiado prolongadas y de infraestructura obsoleta, lo que está generando mayor conciencia sobre la importancia del agua.

Deberíamos utilizar el agua como si fuese un recurso extremadamente costoso, porque lo es, aunque su costo no refleja su valor. Es hora de comprender que si no hay agua no hay agricultura, y si no hay agricultura no hay alimentos. Entonces, de cara al futuro la agricultura tiene el enorme reto de producir más alimentos utilizando menos agua, porque si no la usamos responsablemente pronto nos veremos inmersos en un problema de dimensiones épicas; en este sentido, la implementación de sistemas de riego de precisión es en una necesidad innegable.

2) Aplicación localizada de fertilizantes

Gracias a los sistemas de fertirrigación la aplicación de fertilizantes se ha convertido en una labor de mayor exactitud, pues los fertilizantes van disueltos en el agua de riego y cada planta recibe las cantidades que necesita para su óptimo desarrollo.

Piensa en una parcela que se riega por inundación, en la que cualquier fertilizante aplicado previamente se puede perder fácilmente por escorrentía o lixiviación. En este tipo de sistemas de producción se complica la aplicación de fertilizantes, pues existe un gran porcentaje de pérdida sobre los mismos, lo que a su vez implica una pérdida económica para el agricultor.

Por el contrario, con un sistema de riego de precisión, como puede ser el riego por goteo, se puede calcular de manera bastante precisa cuánta agua y fertilizante se está aplicando a cada planta, con lo que reducimos cualquier potencial desperdicio, siempre y cuando el sistema de riego esté en buenas condiciones y no tenga fugas.

Es decir, con los sistemas de riego de precisión se puede mantener la aplicación de agua y fertilizante en el rango óptimo que cada planta necesita, de forma tal que nos aseguramos de que no sufran estrés, tanto por falta de agua como por exceso de agua, ya que una planta que no se ve sometida a estrés puede expresar su potencial productivo más fácilmente.

3) Mayor calidad de la producción

Una planta que no está sometida a estrés puede producir más, pero también, lo que produce es de mucha mayor calidad. Esto es importante de mencionar porque el estrés hídrico, ya sea por falta o exceso de agua, es uno de los principales causantes de la disminución de los rendimientos agrícolas en todo el mundo.

El problema es que algunos tipos de riego, como el riego rodado y el riego por compuertas, generan un estrés hídrico enorme. En determinado momento el cultivo no tiene nada de humedad y después está completamente inundado, y el ciclo se repite varias veces durante la temporada, afectando la cantidad y calidad de la cosecha.

Pero si contamos con mayor tecnificación de riego, entonces no llegamos a esos extremos, porque en todo momento estamos aportando el agua que necesita la planta, de modo que esta no pasa por momentos de déficit ni exceso de agua en el suelo.

4) Menor pérdida de nutrientes

Los cuerpos de agua dulce del mundo, superficiales y subterráneos, tienen exceso de nutrientes, principalmente nitrógeno, fósforo y azufre, porque muchos de los fertilizantes que se aplican a los cultivos terminan lixiviándose hacia el subsuelo o escurriendo hacia los canales y ríos.

Este problema es económico, porque para los agricultores esas sales fertilizantes han tenido un costo, pero también es ambiental porque estamos desequilibrando de manera alarmante los ecosistemas acuáticos. Creo que esta última es suficiente razón para impulsar una mayor tecnificación de riego, hasta llegar al riego por microaspersión o al riego por goteo, con los cuáles las pérdidas de agua y los nutrientes que contiene son mínimas.

5) Información en tiempo real

Cualquier agricultor que utilice riego rodado, por inundación o por aspersión no tiene manera de saber con exactitud cuánta agua está tomando cada planta, por lo que no dispone de datos que permitan mejorar el riego y la aplicación de fertilizantes. En cambio, con los sistemas de riego por microaspersión y por goteo se facilita mucho la toma de datos, los cuales sirven para tomar mejores decisiones respecto al riego.

Además, la tecnificación del riego que incluye ciertos sensores permite que los agricultores tengan información en tiempo real, la cual si la saben interpretar se traduce en datos muy valiosos que permiten tomar decisiones correctas en campo.

De hecho, una de las bases del riego de precisión es poder tomar decisiones en tiempo real, de forma tal que los cultivos siempre se encuentren en su punto óptimo de riego y fertilización.

La tecnificación de riego es una inversión

Muchos agricultores todavía creen que “gastar” en tecnificación de riego es algo innecesario, en especial aquellos que se encuentran en buenas zonas de temporal, o donde hay suficiente agua disponible para regar por el método de riego rodado.

Sin embargo, con el clima cada vez más errático, la agricultura de temporal se está convirtiendo rápidamente en una actividad altamente riesgosa, mucho más de lo que siempre lo ha sido. Esto quiere decir que adquirir un sistema de riego de precisión no es un gasto, sino una inversión que se recupera rápidamente.

Además, la globalización ha permitido que cualquier agricultor compita con los agricultores de otros países, y no solo con los de su región o país, por lo que aquellos agricultores que no utilicen eficientemente los recursos disponibles, entre ellos el agua, dejarán de poder competir contra los que si lo están haciendo.

Fuentes

  • (1) Pedrozo, A. (2020, 13 septiembre). Hacia una agricultura eficiente y sustentable. Instituto Mexicano de la Tecnología del Agua. https://www.gob.mx/imta/es/articulos/hacia-una-agricultura-eficiente-y-sustentable?idiom=es
  • (2) Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. (s. f.). World Bank Open Data | Data. Banco Mundial. https://datos.bancomundial.org/